POEMA DEL LIBRO
Entre todos mis libros, es éste el que prefiero
éste que un día dejé a medio leer
lo cerré de repente, lo puse en el librero,
y ya lo cubre el polvo del ayer.
Recuerdo que era un libro de una belleza
era como si en cada frase floreciera un rosal
pero temí de pronto que me desencantara
si seguía leyendo hasta el final.
Y ahí está en el librero, donde lo puse un día
tal vez un poco triste por lo que no leí,
pues recordé, muchacha, que casi fuiste mía,
y al guardar aquel libro, pensé en ti...
José Ángel Buesa
viernes, 23 de abril de 2010
23 de Abril
jueves, 8 de abril de 2010
Tiene ya sus años, pero siempre me sigue gustando ¡narcicista que es una!
Confieso el vértigo de leerte y sentir que tus palabras, hondas, profundas, penetran en mí como las olas bañan mi cuerpo.
Confieso, desde mi habitada soledad que no se me dan bien los acertijos y, quizás por eso, no tengo a nadie que regrese.
Confieso, desde el silencio que sólo apaga la música y el sol, que no tengo a nadie que me piense, hombre al fin que siembre semillas en mis labios.
Confieso no tener huellas que sigan mis pasos ni otras que perseguir.
Sin embargo confieso que pienso, que existo, aunque no me piensen.
© Ana I. Hernández Guimerá
Confieso el vértigo de leerte y sentir que tus palabras, hondas, profundas, penetran en mí como las olas bañan mi cuerpo.
Confieso, desde mi habitada soledad que no se me dan bien los acertijos y, quizás por eso, no tengo a nadie que regrese.
Confieso, desde el silencio que sólo apaga la música y el sol, que no tengo a nadie que me piense, hombre al fin que siembre semillas en mis labios.
Confieso no tener huellas que sigan mis pasos ni otras que perseguir.
Sin embargo confieso que pienso, que existo, aunque no me piensen.
© Ana I. Hernández Guimerá
sábado, 2 de enero de 2010
TEMPO
NAUFRAGUÉ EN UNA ESQUINA
Doblada de besos
Levitando en un tiempo
Arañando la alquimia
De un pasado ya muerto
Es esa encrucijada
Dónde perdí el norte nuestro
En aquella espina
Poblada de sueños
Que nunca llegaron
A perpetrar mi tiempo
Sin colores pasa
Y me deja en silencio
© Ana I. Hernández Guimerá
Agosto 2009
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Archivé miedos
sábado, 12 de enero de 2008
jueves, 20 de diciembre de 2007
23 de Diciembre. ¡ Es tu cumple, Ana!.
Por la oscura calle, cuando tu dormías;
en la fría noche buscaba tus ojos;
dudas imposibles de bellos antojos...,
viendo tu hermosura, al nacer el día.
Pasión soñada en afán eterno
por unir las almas, en lazo apretado,
destino sublime de dudas preñado...,
son ríos de dicha en amor terreno.
Cuando en mi tristeza se abrieron tus ojos;
de nuevo a la vida volvió mi alegría...,
dichoso y turbado mi ser sentiría,
al volver a verte, un dulce sonrojo.
Con nuestros besos, Ana.
Disfruta de tu día y de tu familia.
Emilio.
en la fría noche buscaba tus ojos;
dudas imposibles de bellos antojos...,
viendo tu hermosura, al nacer el día.
Pasión soñada en afán eterno
por unir las almas, en lazo apretado,
destino sublime de dudas preñado...,
son ríos de dicha en amor terreno.
Cuando en mi tristeza se abrieron tus ojos;
de nuevo a la vida volvió mi alegría...,
dichoso y turbado mi ser sentiría,
al volver a verte, un dulce sonrojo.
Con nuestros besos, Ana.
Disfruta de tu día y de tu familia.
Emilio.
lunes, 3 de diciembre de 2007
Al hilo de mis huellas
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