
una niña buena:
atenta y respetuosa,
sincera, agradable.
Sin elevar el tono.
Siempre dispuesta,
amable y sonriente,
trabajadora, estudiosa.
Sabiendo cocinar,
poner bien una mesa,
ceder el paso,
mantener la puerta,
no hablar sin permiso,
y sentarme sin abrir las piernas.
una linda señorita:
dispuesta a complacer,
cariñosa y sonriente,
a mal tiempo,
buena cara.
y - hasta que la muerte
nos separe - no separarnos.
mejor esposa,
querer, querer,
sin tasa, sin medida,
sin pensar en ti,
sin pensar....
que la vida es un vaivén.
Que hay escaleras
sólo de bajada.
Que hay puertas
cerradas por fuera.
Que hay sacrificio
con poco fruto.
a doblar largas esquinas,
buscar la luna en la noche,
ir descalza por la arena,
perseguir estrellas,
olvidar los sueños
y sentir,
sentir,
sentir
que la soledad era esto.
5 comentarios:
Bueno Ana, ya veo que lo has consguido.
Bienvenida a tu nuevo blog.
Espero que te sientas muy muy cómoda con nosotros y que seas muy feliz y nunca te sientas sola.
Un besazo y gracias por este triste y delicado poema.
Narci
Como siempre te digo, mi niña linda, gracias a ti por estar siempre tan pendientes de tod@s.
Si no fuera por Lili y por ti este rincón no existiría.
Besos con lluvia
Hola Ana; ahora te tendremos mas cerca. Si necesitas arroz, azucar...lo que sea, ya a mi puerta.
Un beso.
Emilio.
Qué buenos vecinos tengo, es una suerte estar por este rincón.
No dudes que llamaré a tu puerta con la menor disculpa.
Más besos
He vuelto a leer este poema tuyo, Anais. Me ha parecido aun mas bello, que la primera vez que lo hice..., ¡cuanta verdad y sabiduria encierran tus palabras!;
¡...la vida da y quita, tantas cosas!.
Mi mano te espera.
Emilio.
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